lunes, 9 de mayo de 2011

Después de la Tempestad, viene la calma


CUIDADO Y PREVENCIÓN DE LAS AMPOLLAS
Por Javier Salinero Martín
Podólogo del UB La Palma, Club Triathlón Bayana y Transvulcania
Petición de cita: 663369969
     Una ampolla es una burbuja de pared delgada y llena de líquido en la piel. Una ampolla empieza como una zona irritada, un área que genera molestias en la piel, y que se siente como si se hubiera frotado demasiado. Si se le hace caso omiso, la zona irritada evolucionará hacia una ampolla.

     La causa más frecuente de ampollas es la fricción o la presión. Usar calzado sin calcetines, o usar calzado demasiado apretado puede llevar a la formación de ampollas. Puedes presentar una ampolla en las plantas y en los dedos si estás haciendo trabajo que causa frotamiento.

     Si la ampolla es pequeña (menor de una moneda de 20 céntimos) lo mejor es no pincharla y simplemente protegerla con apósitos hidrocoloides (Compeed ampollas). Si es de tamaño mayor se ha de drenar adecuadamente siguiendo las siguientes instrucciones:
  1. Esteriliza una aguja haciéndola pasar por una llama, y a continuación, límpiala con alcohol para reducir el riesgo de infección.
  2. Limpia la zona afectada con yodo y pincha la ampolla por 2 puntos distintos, para que no se cierre sola de nuevo y se rellene otra vez. Una vez que el líquido haya drenado, es decir, cuando la ampolla esté vacía, cubre la zona con un apósito impregnado con pomada cicatrizante y antiséptica (Batrobán, Silvederma, Halibut, Furacín, …). 
  3. Cambia el apósito todos los días hasta que la piel se haya renovado completamente.
      Si la ampolla se rompe sola, trátala como una herida abierta:
  • Lávala con jabón y agua tibia. 
  • Aplica una pomada antibacteriana y cúbrela con una venda limpia. Debes estar atento ante la presencia de signos de infección, como enrojecimiento, dolor, hinchazón, o estrías de color rojo que se dirigen hacia el corazón. En ese caso acude a tu Podólogo o a tu médico.
Cuidado preventivo de las ampollas:
  • Usa talco o productos antitranspirantes para los pies. Al disminuir la sudoración disminuye la fricción y por tanto el riesgo de ampollas. 
  • Para senderismo y deporte, utiliza doble calcetín: un calcetín delgado bajo un calcetín grueso. 
  • Usa  apósitos hidrocoloides en las zonas en las que habitualmente te salgan ampollas.